Estas son las roquillas, las preparé hace un par de días en la cocina de mi oficina y todos desayunamos juntos para celebrar la vispera de la Navidad. Se hacen enseguida y son muy golosas.

Y parece que me quedé con ganas, que al llegar a casa, por la noche, las volví a repetir, ya que había tardado tanto tiempo en prepararlas, quería que no se quedaran en casa sin probarlas. Mi hijo vino sobre la marcha a preguntarme que era y probó la masa....., lo tuve que echar antes de que se la comiera toda sin freir.

Y parece que me quedé con ganas, que al llegar a casa, por la noche, las volví a repetir, ya que había tardado tanto tiempo en prepararlas, quería que no se quedaran en casa sin probarlas. Mi hijo vino sobre la marcha a preguntarme que era y probó la masa....., lo tuve que echar antes de que se la comiera toda sin freir.


Esta cantidad sale de dos huevos y los ingredientes son:
Por cada huevo que pongas, tienes que añadir 3 cucharadas de azucar, dos de leche y una de aceite, anís en grano, un chorrito de anís o Marie Brizard, dos cucharadas de levadura y toda la harina que admita.


Se mezclan todos los ingredientes y se va añadiendo harina y amasando hasta que se forme una bola que no se pegue a las manos. La dejas reposar un ratito y luego vas formando las rosquillas. Ya sabes..., coges un trocito entre las manos y lo frotas entre las manos para formar un rollito que luego unes pegando las puntas.
Ya solo queda freirlas y espolvorearlas, antes de que se enfríen, con azucar o con azucar glass, al gusto de cada uno. En este caso yo no lo hice porque mis cucharadas eran bastante colmadas y quedaron bastante dulces por dentro.
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